"Luego de pensar varios días en qué podría hacer para representar a Concepción y su música sin ocupar los elementos clásicos como el Campanil o la Plaza Perú, escarbé en mi cerebro y rescaté recuerdos de cuando estuve viviendo en esta ciudad. Pensé en los raperos que se subían a la micro, en la gente tocando guitarra en el pasto, en el underground de los bares, en la amistad, los cerros, las gaviotas y, por supuesto, en el clima tan impredecible de Conce. Luego de tener todo eso, me di confianza a mi mismo para dibujar un popurrí de personajes en una sola escena que muestra todo lo que tenía en mi cabeza."